Marzo 2022 | Actitud
El autor John Maxwell dice que "todo sube o cae por el liderazgo". Y, es cierto, muéstrame una organización, negocio o familia exitosa y te mostraré un liderazgo exitoso. Y esto se debe a que el liderazgo en cualquier área es lo que más determina el éxito o el fracaso. Ahora, humildemente te pido que me permitas agregarle esto a lo que Maxwell dijo, “y cada líder sube o cae por su actitud”. Como líder cristiano, después de convertirte en un seguidor de Jesús, nada puede ser más importante que tu actitud. Tu actitud te causará bien o mal, te sanará o te hará daño, te dará seguidores o te dará enemigos, te dará éxito o te llevará al fracaso.
Cuando hablamos de “la actitud correcta” la tendencia es de verlo dentro del contexto de una actitud buena o mala, o una actitud positiva o negativa. Pero la verdad es que los líderes atravesarán tiempos buenos y malos, tiempos positivos y negativos. Sin embargo, lo que te mantendrá liderando de manera exitosa es tener una actitud HUMILDE. Piensa por un momento, ¿Verdad que no fue la actitud positiva de Jesús lo que causó que diese su vida por nosotros? Más bien fue su actitud de humildad lo que permitió que el Creador del mundo fuese crucificado por lo creado. Por supuesto que es importante tener una actitud positiva, pero cuando lleguen los momentos verdaderamente difíciles, no va a ser tu positivismo lo que te va a ayudar a salir adelante, va a ser tu humildad.
Tengan la misma ACTITUD que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. – Filipenses 2: 5-8 NTV
Definiendo la humildad:
Si buscas la definición de humildad en la mayoría de los diccionarios, encontrarás que la palabra humilde se utiliza para definir humildad. Por ejemplo, se define la humildad como, “la calidad o el estado de ser humilde”. Bueno, eso no nos ayuda mucho. La palabra humildad tiene su origen en la palabra griega humilis, que simplemente significa "bajo". Y esto es exactamente lo que hizo Jesús, se rebajó a sí mismo, bajó del cielo no como rey, sino como sirviente y lo hizo de esa manera para ganarse nuestra confianza. Porque la humildad, como lo ejemplifica Jesús, es vivir tu vida con un propósito más grande que tú mismo. Por esto la humildad es el fundamento de la actitud correcta en el liderazgo.
Desarrollando Humildad :
No nacemos humildes, todo lo contrario, cuando nacemos somos extremadamente egoístas. Si tenemos hambre, estamos cansados, tenemos frío o calor, simplemente comenzamos a llorar y buscar atención sin ningún tipo de consideración por los demás. Por lo tanto, la humildad es algo que tendremos que desarrollar.
La humildad es parte de tu actitud, y una actitud de humildad se desarrolla a través del hábito de:
1. Concientizarte en cuanto a ti mismo para convertirte en un líder humilde, necesitarás saber quién eres y quién no eres. Y vas a necesitar conocer cuáles son tus talentos y habilidades y para qué fuiste diseñado por Dios.
Los prudentes saben a dónde van, en cambio, los necios se engañan a sí mismos. – Proverbios 14: 8 NKJ
Una vez que entiendes quién eres y quién no eres, y una vez que descubras cuáles son tus talentos y habilidades es cuando puedes comenzar a tener una actitud de humildad en el liderazgo. Es cuando comienzas a analizar quién eres y lo que tienes y cómo puedes ser útil para un propósito mayor que tú mismo.
2. La mansedumbre es estar consciente de que no eres el centro de tu vida. Es la disciplina de vivir tu vida considerando a los demás como más importantes que tú. Ahora bien, la mansedumbre no significa que pienses menos de ti, sino que pienses menos en ti y más en los demás. La mansedumbre está en desarrollar el hábito de usar quién eres y lo que tienes para el beneficio de los demás.
¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. – Santiago 3:13 NVI
3. Misión la humildad se desarrolla al vivir la misión para la cual Dios te creó, el guiar a las personas a una relación creciente con Jesús. Cumplir tu misión no puede lograrse sin humildad. Habrá buenos y malos tiempos. No obstante, lo que te ayudará a evitar que te enorgullezcas en tiempos de éxito será la humildad que proviene al estar comprometido de lleno a la misión. De igual manera, lo que te ayudará a mantenerte en pie en los tiempos malos no será necesariamente una actitud positiva, sino una actitud de humildad, la cual es inherente a la vida de aquellos líderes comprometidos con una misión más grande que ellos mismos.
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
- Mateo 28:18-20 NVI